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Aspen Thies

La red del bosque

Ahora que la temporada de monzones está en pleno apogeo, una de mis épocas favoritas del año, nada es más emocionante que ver las nubes de tormenta crecer sobre las Islas del Cielo mientras cruzamos los dedos, esperando que llegue la lluvia. Y nada es mejor que el petricor que sigue, una dulce mezcla de tierra y creosote. El alto desierto que rodea Tucson es de un verde brillante y espinoso; los pastizales están vivos y danzan de nuevo, y los árboles están llenos de movimiento. Pero algo mucho más pequeño también está tomando medidas después de un verano largo y caluroso. A medida que las lluvias monzónicas crean y mantienen un ambiente húmedo dentro de la superficie del suelo, los hongos comienzan a florecer durante el próximo otoño.


Hongo calabaza (Omphalotus subilludens)
Hongo calabaza (Omphalotus subilludens)

Los hongos y sus intrincadas redes de micelio, que a menudo se pasan por alto, son componentes vitales de nuestros ecosistemas. Si bien nuestro clima árido puede no parecer propicio para la vida fúngica, Arizona cuenta con una sorprendente diversidad de hongos, muchos de los cuales desempeñan funciones cruciales en el mantenimiento de la salud del ecosistema. Desde los bosques de pinos hasta los suelos desérticos, los hongos se han adaptado para prosperar en diversos hábitats en todo el estado y el mundo entero.


Debajo de la superficie del suelo, un mundo oculto de hilos interconectados conocido como micelio forma redes intrincadas. Estas redes son creadas por los filamentos ramificados de los hongos y sirven como sistemas de comunicación y distribución de nutrientes de la naturaleza. Las redes de micelio desempeñan un papel crucial en la salud y el funcionamiento de los ecosistemas al facilitar el intercambio de nutrientes entre plantas, ayudar en la descomposición e incluso proporcionar mecanismos de defensa contra patógenos. Los hongos que vemos sobre el suelo son el cuerpo fructífero del organismo, y la mayor parte de la biomasa fúngica está contenida en el micelio, que puede ser microscópicamente delgado y tener cientos de kilómetros de largo.



Especies desconocidas de hongos


La salud de los ecosistemas está estrechamente relacionada con la vitalidad de las redes de micelio. En los bosques, los hongos micorrízicos forman relaciones simbióticas con los árboles, lo que ayuda a la absorción de nutrientes y promueve la salud general de los árboles. En las regiones áridas, la descomposición fúngica de la materia orgánica contribuye a la fertilidad del suelo y la retención de agua, factores cruciales para la supervivencia de las plantas del desierto. Las redes de micelio también actúan como biofiltros, desintoxicando el suelo y el agua al descomponer contaminantes.


Hongo nanacate (Schizophyllum commune)
Hongo nanacate (Schizophyllum commune)

Si bien la micología se ha estudiado durante siglos, la importancia de las redes de micelio en la salud de los ecosistemas es un área de interés relativamente nueva. A medida que los científicos profundizan en las intrincadas interacciones entre los hongos, las plantas y el suelo, descubren el papel indispensable que desempeñan los hongos en el mantenimiento del equilibrio ecológico. Se están llevando a cabo iniciativas de investigación y colaboraciones para comprender mejor la dinámica de las redes de micelio y sus implicaciones para los esfuerzos de conservación y restauración. Entangled Life (Vida enredada), de Merlin Sheldrake, es un libro maravillosamente interesante y educativo que me enseñó mucho sobre lo que sucede bajo tierra y me hizo pensar en todos los hilos invisibles que nos conectan.



Especies desconocidas de hongos


Ya que estamos hablando de hongos, es difícil no hablar de los líquenes, que son un organismo compuesto formado por un alga y una especie de hongo. Estos dos organismos viven juntos, proporcionándose mutuamente los nutrientes y minerales que el otro no puede extraer de su entorno. Como gran parte de la micología, los líquenes siguen siendo misteriosos y desconcertantes: no encajan fácilmente en ninguna de las categorías que a los humanos nos encanta hacer. Nos dejan con muchas preguntas, como ¿dónde se ubica un hongo en el espectro entre planta y animal? ¿Debería considerarse un liquen un organismo si no puede vivir como seres separados? No importa cómo decidamos clasificarlos, sus funciones ecológicas son fundamentales. El principio y el final del ciclo de los nutrientes suelen estar asociados con estos organismos. Los líquenes son capaces de descomponer rocas y otros materiales, lo que contribuye a la formación de sedimentos. Los hongos son conocidos como descomponedores que devuelven nutrientes al suelo.


Líquenes de escudo rocoso, género Xanthoparmelia
Líquenes de escudo rocoso, género Xanthoparmelia

A medida que continuamos desentrañando los misterios de la ecología de los hongos, obtenemos una apreciación más profunda de la interconexión de todos los organismos vivos y el delicado equilibrio que sustenta la vida en la Tierra. Al proteger y celebrar estas maravillas fúngicas, no solo conservamos la salud de los ecosistemas de Arizona, sino que también contribuimos a una comprensión más amplia de la biodiversidad y la ecología.

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